Tron Night

jueves, 28 de octubre de 2010


Esta noche es la Tron Night, yo no sé cómo me las apaño pero concurso chorra que echo, concurso chorra que me toca.

La verdad es que voy un poco sin saber nada, de hecho no me he visto ni la primera peli....

18 de Agosto de 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010
Tiempo ha pasado desde la última vez que escribí algo "de verdad" en este blog. Si mis cálculos son medianamente correctos, unos cuatro meses y en este tiempo mi vida ha tenido algunos cambios.

Quizá han sido estos cambios los que me han impedido seguir escribiendo, no sé. Mi trabajo me obliga a estar varias horas delante de un ordenador con una pantalla no apta para epilépticos que me cansa y hace que cuando llego a casa no me apetezca ponerme a escribir. De hecho uno de mis pasatiempos favoritos que es ver Shojo se ha visto reducido a la nada porque no me siento motivada a pasarme un par de horas buscando una serie medianamente decente.

Me compré una moto, de esto tampoco hace tanto... dos mesecitos de nada. La verdad es que me gusta mucho llevarla aunque sé que los meses de invierno lo voy a pasar bastante mal con el frío y la lluvia pero quién algo quiere algo le cuesta, o eso dicen aunque últimamente veo que no siempre es así pero bueno, son cosas que pasan.

Me fui de casa. Ahora Davader y yo vivimos felizmente en nuestro pisito del centro de Madrid. Es una casa pequeña pero acogedora, con techos altísimos y unas ventanas de estilo antiguo que me encantan. Me gusta salirme por la noche después de cenar al balcón un ratito, bueno, soy una fan de salirme al balcón.

Hoy no estoy muy inspirada para escribir, puede que otro día mis pensamientos se ordenen un poco y pueda decir algo coherente, hasta que llegue ese día me despido.


Nunca una noche venció a un amanecer

viernes, 11 de junio de 2010

From today...

jueves, 15 de abril de 2010
Desde hoy y durante los próximos 13 meses trabajaré en el Centro de Tecnología de...

Obsessed

martes, 13 de abril de 2010
El viernes pasado fue mi último día de trabajo así que cuando me desperté decidí quitarle las pilas al despertador porque hasta casi una semana después no iba a volver a usarlo... una tontería como otra cualquiera, pero a las 6 de la mañana lo normal es hacer tontunas.

El sábado me desperté de un sueño en el que me había sonado el despertador así que tuve la paranoya de que me había dormido y llegaba tarde a trabajar. ¿Trabajar? ¡Estaba de vacaciones! Tardé unos segundos en ver la hora en el reloj, lo veía todo borroso como cualquier mañana normal en la que estaba muerta de sueño hasta que, antes de ver la hora, me di cuenta de que era sábado, estaba de vacaciones y el día antes le había quitado las pilas al despartador. Aún así miré la hora... las 5.30 aprox, me di la vuelta y me volví a sobar.

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología

lunes, 12 de abril de 2010

Ayer, en uno de nuestros "Domingos Culturetas" decidimos ir al MNCYT que se encuentra en el Paseo de las Delicias, 61. Siempre que vamos a algún museo primero miramos precio y horarios ya que, como vamos los domingos, lo normal es que cierren pronto y nos toque apurar la visita. Esta vez hicimos lo mismo, quedamos a una hora razonable, cogimos el metro, nos bajamos en la estación de Delicias y entramos al Museo. Para nuestra decepción él/la segurata (no sabíamos bien si era un hombre o una mujer porque tenía aspecto de mujer poco femenina y voz de hombre...) nos indicó que el museo estaba en obras y que parte de la exposición no se podía visitar.

Damn! Si ya el museo de por si tenía pinta de parecer pequeño, nuestra visita se vió reducida a una ínfima parte del mismo. Aún así pudimos ver la evolución de las cámaras fotográficas, algunos utensilios cotidianos como televisores y lavadoras, astrolabios, globos terrestres y celestes y un sin fin de bizarradas científicas más. Aunque nos quedamos sin ver la parte que más me hubiera gustado: las ciencias experimentales.

Esperemos que cuando finalicen las obras lo anuncien en su web para poder visitarlo en unas condiciones aceptables.

Fin de la primera parte

viernes, 9 de abril de 2010
Hoy es el fin de una etapa de mi vida que ha durado, exactamente, 10 meses. En este tiempo me han pasado muchas cosas buenas y muchas cosas malas.

Empecé con mucha ilusión aunque la persona que comenzó conmigo no era muy de mi agrado, de hecho la conocía desde hacía unos cuantos años aunque nunca nos habíamos cruzado más de dos palabras. Siempre me recordaba a mis amigas, bueno, hacía que las echase de menos todos los días.

Luego las cosas cambiaron, no sé, me empezó a no gustar lo que hacía, me frustraba no poder tocar determinados campos que son algo fundamental en mi vida. De hecho, cuando empecé el máster y tuve por primera vez esos maravillosos apuntes cargados de fórmulas, reacciones y compuestos volví a sentirme… iba a decir feliz, pero creo que la palabra que mejor podría describirlo es “completa”, sí, me sentía otra vez completa. Sé que para mucha gente esto será una tontería enorme pero para mi no, había estudiado una carrera que no es que me gustase, es que estaba enamorada de ella, cada día que me pasaba estudiando era un día increíble para mi, lo pasé mal, sí, pero valió la pena.

Cuando por fin conseguí tener un balance entre mi vida personal y laboral y mi frustración se minimizó, hubo un cambio. Pasé a otro equipo donde, desde mi punto de vista, no se valoraba mi forma de trabajar. Hay determinadas personas que son muy territoriales y no pueden trabajar en equipo, lo entiendo pero creo que siempre hay que, por lo menos, intentarlo. Lo pasé mal, muy mal pero logré salir del bache, logré que no me importase lo que pasara dentro de esas cuatro paredes, me volví un autómata que solo hacía lo que le dijesen sin pensar ni intentar innovar. Eso hizo que viviese más intensamente cada momento que tenía para mi, mi vida personal pasó a ser lo más importante y cuando salía de allí me volvía a sentir viva, contenta, alegre y feliz. Y aquí sí que puedo utilizar la palabra feliz porque era un sentimiento de felicidad el que me embargaba cuando subía la cuesta hacia el metro, cuando llegaba a clases de inglés, cuando quedaba con alguien o cuando solamente me iba a casa a tirarme en el sofá.

Y otra vez todo cambió. Cuando por fin me sentía bien fui recompensada y volví al lugar donde empezó todo, volví a ser responsable de todo lo que hacía, a llevar mis cosas y a sentirme valorada de nuevo. Y mi felicidad creció.

Llegados a este punto quiero concretar que, no soy una persona feliz por naturaleza, tengo mis momentos. De hecho creo que la felicidad es solo un pequeño momento que cuando dura mucho se tiende a normalizar y hace que nos sentamos otra vez desdichados aunque en realidad tengamos todo lo que necesitemos. La mayor parte de mi vida me siento “normal”, ni bien ni mal, simplemente estoy ahí. No hay nada más, pero de repente, sucede algo, un máximo o un mínimo en mi “gráfica” que hace que me sienta desdichada o alegre.

Y aquí viene mi último cambio en estos diez meses, me llamaron del sitio de mis sueños. Cuando empecé hace 6 años no sabía realmente que era lo que quería, sabía lo que me gustaba pero no lo que quería. Con el paso del tiempo todos apuntábamos a lo mismo y vi como solo unos pocos elegidos llegaban así que, cuando me tocó el turno no tenía demasiadas esperanzas. Realicé una entrevista un poco pachanguera porque sabía que no saldría elegida pero solamente con haber visto las instalaciones ya estaba contenta, con haber podido oler (sí, oler) esos laboratorios y haberme puesto unas gafas de seguridad ya me daba por satisfecha pero no. Al cabo de unas pocas horas me llamaron para decirme que había sido seleccionada para la planta de Craqueo Catalítico. ¡Sí! Mi parte preferida de la carrera, iba a trabajar en lo que más me gustaba del mundo.

Ahora estoy deseando que llegue el día de mi incorporación. Puede que todo sea decepcionante al máximo pero por lo menos sé que habré luchado por conseguir algo mejor, puede que no económicamente, pero sí para mi carrera profesional.

Me da pena irme, he conocido a gente genial. Sé que les echaré de menos. Los desayunos eran increíbles, eran mis 20 minutos preferidos dentro de esas 9 horas, echaré de menos los desvaríos de mis compañeros y las galletas. La hora de la comida tenía sus buenos momentos en general, siempre es agradable hablar de temas asquerositos mientras uno está comiendo, algo que tenía costumbre de hacer en casa y que me alegro de haber podido conservar allí.

En general me llevo un buen recuerdo de todo porque hasta de los malos momentos puede aprender, creo que he crecido como persona, ahora me enfrento de otra manera a la vida y quiero seguir aprendiendo de todo lo que me rodea.

Bored to death

martes, 6 de abril de 2010
A veces es triste pasarse el día mirando la barra del reloj de Windows para ver si aparece este iconito:

Something?

sábado, 6 de marzo de 2010
¿Me estará pasando algo? Llevo algún tiempo tarareando esta canción y no sé por qué...

Only...

jueves, 4 de marzo de 2010
Only nineteen working days left... only... after four fucking months...